¡Cuidado Redotex!
- LNCA/ED Gabriela Vertti Córdova
- 7 abr 2016
- 4 Min. de lectura

Muchos pacientes llegan por primera vez a mi consultorio, preocupados, por qué no han logrado bajar de peso con nada, después de un uso negligente por ellos mismo, médicos o nutriólogos que les han mandado como tratamiento para bajar de peso unas pastillas famosas llamadas Redotex.
Pastillas que tomaron en muchos casos a libre demanda y además por periodos largos de tiempo. Ya hayan sido dadas en los propios consultorios de los médicos, "las famosas pastillitas de colores", o recetadas y peor aún en ocasiones hasta por nutriólogos.
En primera, una nutrióloga, no tiene permitido dar pastillas para bajar de peso, está penado; por otro lado, la nutrióloga es la responsable de guiar, mejorar hábitos alimenticios y de vida, para que logren los pacientes objetivos que se puedan mantener a largo plazo y así mejorar salud y calidad de vida.
Desgraciadamente, muchas personas quieren todo al mínimo esfuerzo. Lo que a la larga por intentar esa vía rápida, sólo causa que ni con el máximo esfuerzo, se logre bajar de peso en el futuro, por haber afectado el metabolismo. Sabiendo esto, algunos profesionales de la salud, abusan de dicho pensamiento de las personas. Prometiendo bajarlos de peso, tan simple como tomar una pastilla. Y vemos a esos médicos, clínicas o nutriólogas llenas de pacientes. Con publicidad de boca en boca, "la comadre le dijo a la amiga, que ahí se baja de peso sin dieta”….
Un momento, antes que nada les voy a dar una pequeña explicación de lo que es lograr perder peso. Y lo más importante de grasa.
Para empezar, la palabra dieta, es el conjunto de alimentos y bebidas que se consumen al día. Para lograr que el paciente pierda peso, se necesita dar una dieta correcta hipocalórica al paciente, lo que quiere decir, que se quitan al día cierta cantidad de calorías. No demasiadas, ya que si se quitan más de lo adecuado, se corre el riesgo de bajar el metabolismo y bajar músculo, más que grasa. Esas dietas milagro, donde quitan muchas calorías, que se basan de mercadotecnia como los famosos DETOX, o como la dieta de la sopa de la col, etc., sólo son difíciles de llevar y el efecto es momentáneo o con el famoso efecto rebote.
Una nutrióloga debe encargarse que la persona logre cambiar hábitos alimenticios a la par que esté logra bajar de peso. Dicha restricción calórica adecuada, tiene que ir acompañada de alimentos que logren tener un equilibrio hormonal, por así decirlo. Lo que significa, que deben de ser alimentos que no hagan producir más glucosa e insulina de la adecuada, para lograr así también la pérdida de grasa. Por lo tanto, la nutrióloga siempre deberá dar al pacientes dietas hipocalóricas que tengan, “la cantidad correcta en calorías para perder peso y calidad en los alimentos”.
Pero, ¿Qué pasa, cuando, se cruza la línea de lo ético, con las pastillas milagro “baja sin esfuerzo”?, y especialistas de salud las ofrecen, inclusive como primera opción. Sólo se vuelve una máscara para dar resultados momentáneos. Lo importante es cambiar hábitos, que orillaron al sobrepeso u obesidad. Por otro lado, en ocasiones estos productos ocasionas problemas mayores y a la larga mayor dificultad para bajar de peso o mantener el peso perdido, ya que se puede dañar el metabolismo.
El ejemplo de moda, como anteriormente lo mencioné, son las pastillas REDOTEX, pero como estas hay muchas otras.
El endocrinólogo, Dr. Mario Melo, explica que dichas pastillas, tienen un compuesto prohibido en varios países de primer mundo, con potente capacidad reductora de peso, a base de hormonas.
Una hormona llamada Triyodotironina, que aumenta el consumo energético, en otras palabras, aumenta el metabolismo. Por otro lado tiene diazepam, una benzodiacepina que disminuye la ansiedad generada por el primer compuesto, antes mencionado. Atropina que reduce las alteraciones en el ritmo cardíaco también generadas por el primer compuesto de las pastillas (la hormona triyodotironina). Aloína, que tiene un efecto laxante que ayuda a evitar el estreñimiento que causan los componentes de las pastillas. Y norpseudoefedrina, sustancia que causa la reducción de apetito. Literal, "una bomba metabólica".
El resultado final es la pérdida de peso mediante un desorden metabólico, que aumenta el riesgo de alteraciones en el ritmo cardíaco, alteraciones en la tiroides, desgaste óseo, dependencia, nerviosismo, insomnio, excitación, fatiga, fotofobia (intolerancia a la luz), midriasis (dilatación de la pupila del ojo), sequedad de boca, náuseas, vómitos, entre otros.
Además, una vez que se suspende, al no haber cambiado hábitos alimenticios, causa frecuentemente recuperación rápida del peso perdido, “efecto rebote”, acompañada de posibles alteraciones metabólicas que requieran atención médica especializada.
En conclusión, la pérdida de peso se trata de constancia y de tiempo, de no querer dañar el cuerpo y respetarlo. De buscar a un especialista de la salud, que no quiera vender pastillitas mágicas. Se trata de buscar nutriólogos y médicos éticos y no los logren engañar, ya que a futuro hay consecuencias. Eviten dichas salidas rápidas para que no se arrepientan en un futuro.
Agradecimiento al Dr. Mario Melo
Endocrinólogo. Hospital Ángeles del Pedregal.
Nutrióloga Gabriela Vertti Córdova
Hospital Ángeles del Pedregal / Dalinde
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